El movimiento constante
Como cambia todo, como cambias tú, como cambio yo. El mundo como decía
Heráclito en sus textos experimenta un continuo proceso de nacimiento y
destrucción al que nada y nadie escapa. Por eso entendí que eras fuego, eres la
llama incesante que siempre está en continuo movimiento y cambio constante, que
mantienes tu ser pero que cambias tu esencia. Hoy eres capaz de ser aquel fuego
que calienta en el más puro frío y mañana puedes ser el fuego que hace humo y
cenizas por donde pasa.
Tal vez, el problema sea mío o también puede que sea el tuyo. Mi alrededor
siempre se empeñó en enmarcar a las personas bajo una etiqueta, en intentar
clasificar a la gente entre unas definiciones estáticas e invariables limitando
mis capacidades para definir la identidad de cada una de las personas que
me rodean, acaso ¿Tú mismo eres el mismo de ayer? ¿Por qué quieres enjaular el
ser de una persona bajo un patrón firme y sólido? ¿Cómo hemos llegado a este punto?
¿Por qué hacemos esto?
Bueno, ojalá tuviera respuesta a todas mis preguntas, pero la vida me ha
enseñado que esta forma de clasificar las personas no es algo malo, tan solo es
un proceso natural que en mi caso me ha inculcado la sociedad en la que vivo.
Pero me niego a poner límites al ser, me niego a definir personas. Estoy arta
de que la gente defina y clasifique para saber si alguien merece su atención y
respeto.
Sería hipócrita no admitir que las personas tienen aspectos psicológicos
que siempre serán iguales y que siempre van a permanecer. Pero debemos ser
conscientes de que hay otros aspectos que se pueden ver modificados a lo largo
del tiempo, esto nos lleva a la paradoja de la identidad. ¿Es posible definir
la completa identidad de alguien?
Nunca seremos los mismos, nunca es nunca, dado que si siempre fuéramos los
mismos significaría que no nos pasan cosas. Cuando nos pasan cosas es cuando la
parte dinámica de nuestro ser cambia y por ello mañana no serás el mismo que
ayer. Si no somos capaces de querer a alguien con sus constantes cambios jamás
lograremos saber querer a nadie de verdad.
Nos venden la moto diciéndonos que la media naranja existe, que existe
alguien en el mundo que te complementa al 200%. Que te vas a enamorar
eternamente de alguien y para siempre. Mentiras y más mentiras patrocinadas por
Walt Disney. Gracias por envenenar las mentes de millones de niños y niñas que
se creyeron el cuento.
No digo que esto no sea posible, pero viviendo en esta sociedad tan
consentida donde cuando algo ya no nos cuadra pensamos que nos estamos
conformando y que nos merecemos algo mejor me hace llegar al punto donde me
cuesta creer que existen personas que arriesgan de verdad y que existan mentes
reales que sepan querer incondicionalmente a pesar del cambio continuo del ser.
Rodéate de quien te cuide de verdad y no de quien a la primera de cambio se
vaya en busca de algo mejor. Vive y no te limites en satisfacer a nadie, quien
bien te quiere, bien te va a ver crecer y evolucionar.


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